Cuento para dormir un bebé.
Había una vez, en un hermoso bosque verde, una comunidad de animales que vivían juntos en paz y armonía.
Los animales eran amigos y se ayudaban unos a otros en cualquier necesidad.
Ellos vivían felices y se sentían seguros en su hogar.
Entre los animales, había un pequeño conejo llamado Roco.
Roco era muy joven y a menudo se sentía inseguro en el bosque.
Él no era muy fuerte y siempre temía a los animales más grandes que lo intimidaban. A menudo se quedaba solo, escondido en su madriguera, sintiéndose triste y solitario.
Un día, mientras Roco caminaba por el bosque en busca de algunas zanahorias para comer, se encontró con una hermosa mariposa llamada María.
María era muy amable y habladora, y le encantaba hacer nuevos amigos. Ella notó que Roco se veía triste y solo, y decidió acercarse a él.
«Hola, Roco, ¿cómo estás?» preguntó María.
«Hola, María, estoy bien, gracias por preguntar», respondió Roco tímidamente.
«Pareces un poco triste, ¿hay algo que pueda hacer para ayudarte?», preguntó María.
«Es solo que me siento solo y asustado en el bosque», explicó Roco. «Hay animales más grandes que me intimidan y no tengo muchos amigos».
«No te preocupes, Roco, no estás solo», dijo María con una sonrisa tranquilizadora.
«Yo también me sentía así cuando era más joven. Pero luego me di cuenta de que todos los animales del bosque son amigos y están aquí para ayudarnos».
María decidió ayudar a Roco a hacer nuevos amigos en el bosque.
Ella lo presentó a un grupo de ardillas traviesas que les encantaba jugar y hacer travesuras.
Roco se unió a sus juegos y rápidamente se convirtió en parte del grupo.
También conoció a una familia de pájaros que lo llevó a pasear por el bosque y le mostró todos los lugares hermosos que había por descubrir.
Roco estaba feliz por tener nuevos amigos y finalmente se sintió seguro en el bosque.
Pero un día, mientras Roco estaba jugando con las ardillas, se encontró cara a cara con un zorro feroz.
El zorro lo miró con hambre en los ojos y comenzó a perseguirlo.
Roco corrió tan rápido como pudo, pero el zorro era más fuerte y rápido que él.
Roco estaba aterrorizado, pensando que era su fin.
ero en el momento justo, un grupo de animales se unieron para ayudarlo.
Las ardillas lanzaron bellotas al zorro, mientras que los pájaros le picoteaban los ojos. Incluso una rana que había estado escondida en un arbusto saltó al zorro y lo hizo caer al suelo.
Finalmente, el zorro huyó del bosque, aterrorizado por la valentía de los animales.
Roco se sintió muy agradecido por su ayuda y decidió que siempre estaría allí para sus amigos en el bosque.
Desde ese día en adelante, Roco se convirtió en uno de los animales más valientes y respetados del bosque.